@paumal Ya tengo una edad que no sé si soy muy mayor para según qué bromas, si no entiendo el slang o si me he vuelto tontito. Como Homer, yo estaba en la onda pero la onda se movió. Gracias por la explicación, me has hecho creer de nuevo en la humanidad.
@Tuatara Más de una vez he visto una noticia interesante (según mi criterio) que igual le hubiera podido interesar a algún meneante y me he quedado con las ganas de enviarla por karma < 7 Por lo demás, coincido contigo.
A ver, que el karma me da igual pero llevo 2 años arrastrando 6 de karma y de golpe y porrazo llevo unos días que ha subido como la espuma sin cambiar yo mis hábitos. Mi no comprende.
Después de dos años es la segunda vez que tengo karma de 7. Rápido! Tengo que buscar una noticia para menear, aunque sea por las risas de que me la tumben.
@LoboAsustado ¿Lo has probado con sal? Cuando me lo ofrecieron lo primero que me vino a la cabeza fue una hoguera y la Santa Inquisición, pero fue todo un descubrimiento.
Antes veía noticias en Menéame que tardaban dos o hasta tres dias en salir en la tele. Ahora veo cosas en 9gag que a los dos o tres días veo aquí.
P*ta vida, tete.
@Artificio Este chico del enlace me recuerda a Richard Stallman. Visionarios con más razón que un santo pero con una pinta de zumbados, los pobretes...
Antes llamabas por teléfono a la casa de tu rollete, rezando porque quien cogiese el teléfono no fuera el padre. Quedabas, te ponías tus mejores galas y la mejor de tus sonrisas. Si se dejaba meter mano ya te podías dar con un canto en los dientes.
Ahora la chavalada se mete en la habitación, se ponen como Dios los trajo al mundo y se mandan fotos por Snapchat hasta de la sonrisa, ya me entendéis. Quedan por Tinder y van a lo que van. ¿Los padres? En Facebook.
Puta vida, tete.
Pero es muy gracioso o es que me lo parece a mí solo?
twitter.com/JulianMaciasT/status/1656421335218679816
Hala! Pa que se ría la chavalada.
Tienes que tener mínimo 7 de karma para publicar noticias.
P*ta vida, tete.
Menéame ya no es lo que era
Ahora la chavalada se mete en la habitación, se ponen como Dios los trajo al mundo y se mandan fotos por Snapchat hasta de la sonrisa, ya me entendéis. Quedan por Tinder y van a lo que van. ¿Los padres? En Facebook.
Puta vida, tete.