Un exguardaespaldas de Osama bin Laden vive desde hace años en Alemania y subsiste gracias a las ayudas sociales. Pese a ser considerado "una amenaza seria para la seguridad pública", no puede ser repatriado a Túnez, su país de origen. Sami A., de 42 años según la información del Ministerio del Interior, cobra mensualmente del Estado alemán 1.168 euros. La Justicia germana ha frenado la deportación porque teme que en Túnez sufra "con gran probabilidad tortura y trato inhumano o degradante".
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