Ayer se conoció que Twitter Francia rechazó la propuesta publicitaria de
#OuiJeVote. En teoría, y según ellos criticaban, porque no sabían si estaba traspasando las actuales leyes anti fake news. Es decir, Twitter mandó el mensaje de que, con la ley que Macron y los suyos habían aprobado el pasado diciembre, se habían pegado un tiro en el pie. Ahora ellos también eran fake news.
No hay plataforma mediática que no mienta o manipule descaradamente. Solamente un puñado de publicaciones, mayoritariamente de carácter escrito tiene algo de veracidad, el resto ni la tiene ni se la espera.
Cogió justo la pregunta retórica del autor y se dejó eso fuera:
"¿Dice eso la ley anti fake news francesa? No. Twitter ha pecado de celo excesivo y el bloqueo no estaba legalmente justificado. De hecho, esta misma mañana han declarado haber reestudiado el caso y haber aprobado la campaña gubernamental de movilización democrática."
#0 ya te vale
Los medios que no se autofinancian están en manos de grandes conglomerados de empresas (holdings), donde suele haber entre otros bancos, inmobiliarias y hasta a veces empresas armamentísticas.