Juan Antonio Menéndez Fernández tomo posesión de su cargo de obispo de Astorga: "Quienes matan, quienes son terroristas, están muy alejados de la religión aunque crean que están defendiendo sus creencias porque, en realidad, el fanatismo es un ateísmo. Sólo piensan en ellos mismos y yo creo que es algo muy difícil de solucionar de la noche a la mañana, quizá tengamos que vivir con esta lacra durante bastantes años, con lo que esto conlleva de heridas en la sociedad que nos harán daño, aunque no nos lleguen a matar."
|
etiquetas: declaraciones , iglesia católica , obispo astorga
Lo sé porque me lo ha dicho Dios con don Francisco Franco a su derecha.
¿El hecho de que sea obispo le da permiso a faltar el respeto, difamar, calumniar gravemente e incitar al odio hacia a los ateos, así, alegremente?
Y este obispo va bastante bien encaminado, por eso Aznar es ateo, porque dio apoyo al asesinato de cientos de miles de personas en Iraq, a huérfanos ya viudas, y también a la creación de un nido de terroristas cuyas consecuencias está pagando el mundo a día de hoy.
La crisis financiera es una forma de terrorismo, y también los banqueros que la provocaron son ateos.
Los principales accionistas de las centrales nucleares también son ateos, porque ponen en peligro la vida y la salud de millones de personas.
Podrás decir que no siguen las directrices morales planteadas por la corriente mayoritaria (o minoritaria) de una religión, pero en ningún momento eso implica que ellos no sean religiosos o que sean ateos. Simplemente tu deducción es errónea. Es más, muchas religiones (presentes o pasadas) bendicen muchos tipos de violencia y por tanto ni tu comentario ni el del obispo son coherentes.
Que las directrices morales mayoritarias (de la sociedad en su conjunto, no de las personas religiosas en concreto) hayan cambiado no significa que tu argumento sea válido.
No han cambiado las directrices morales, es más bien que ya no pueden interpretar la religión como les dé la gana para satisfacer sus caprichos, porque hay más gente culta de la que había entonces con la capacidad de ponerles en evidencia.