Steve Mann, diseñador de unas gafas electrónicas que le permiten ver a pesar de su defecto visual, fue agredido por tres desconocidos en un restaurante de comida rápida de la capital francesa. El inventor estaba visitando la ciudad con su familia cuando decidieron entrar en el establecimiento. Un empleado les quiso impedir la entrada debido al extraño aspecto de Mann pero al mostrarle los certificados médicos les permitió pasar. Al sentarse en una mesa sus convecinos trataron de arrancarle las gafas implantadas y rompieron los certificados.
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