El pasado 3 de junio, el estadounidense Emmanuel Cafferty, de 47 años, volvía a su casa después de una jornada más de trabajo. Al volante de la camioneta de la empresa, mantenía la ventanilla abierta y el brazo izquierdo en el exterior. Según Cafferty, juntaba dos dedos de la mano distraídamente, en un gesto que repitió varias veces.
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Una empresa no se va a la ruina por culpa de los trabajadores (que son los que producen) si pasa lo que tu dices, también es culpa de la empresa. los trabajadores ni pinchan ni cortan, hacen su trabajo por un salario y punto.
Supongo que bajo tu percepción cualquier otra consideración es prescindible...como lo de hacer bien el trabajo y mantenerlo dentro de unos márgenes éticos y morales socialmente aceptables... Para ese tipo de cosas se necesita el equilibrio al que me refiero en #15.