Gracias a esta forma simple, tenemos la 'proyección espacial oblicua de Mercator' de Snyder fue un paso esencial hacia la construcción de mapas satelitales de nuestro planeta. Estos son vitales para todo en la civilización del siglo XXI, desde las operaciones militares y la navegación hasta el pronóstico del tiempo, la conservación del medio ambiente y el monitoreo del clima. Miles de años después de que descubrimos sus propiedades por primera vez, todavía estamos aprovechando el poder del triángulo.
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Los triángulos también fueron las formas que nos trajeron la ciencia de la óptica, a través del trabajo del matemático árabe Ibn Al-Haytham. Las traducciones de su Libro de Óptica llevaron a dibujos basados en triángulos con perspectiva realista que comenzaron en el Renacimiento y, finalmente, a la creación de lentes y telescopios, y todo lo que aportaron a nuestra comprensión del cosmos y el mundo microscópico.
Las propiedades de los triángulos también están detrás de los algoritmos de compresión de los billones de archivos JPEG y MPEG que viajan a través de nuestro mundo conectado hoy. De hecho, el diseño y la función de toda la electrónica, incluida la generación y transmisión de la energía eléctrica que la alimenta, depende de nuestra comprensión de las propiedades de los triángulos.