Durante mucho tiempo, la sociedad ha asignado a la mujer el rol de esposa, madre y cuidadora. Las mujeres que soñaban con estudiar o con dedicarse a la ciencia necesitaban autorización de sus padres o maridos. Un argumento habitual era que las mujeres no tenían la capacidad intelectual necesaria para llegar a ser científicas. También se decía que si las mujeres se dedicaban a la ciencia serían menos femeninas y dejarían de casarse y de tener hijos. Que su crecimiento intelectual supondría poco menos que la extinción de la especie humana.
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etiquetas: mujeres y ciencia , desigualdades de género
Descenso del crecimiento demográfico≠extinción.