El estudio de cómo se formó un tipo específico de rocas igneas ha aportado nuevas pistas sobre lo que pudo haber provocado la extinción más catastrófica del mundo, hace casi 252 millones de años. James Muirhead, un investigador asociado en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Syracuse, es coautor de un artículo en Nature Communications. Sus hallazgos sugieren que la formación de rocas ígneas intrusivas, desencadenó una cadena de eventos que llevó el período geológico del Pérmico a su fin.
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