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El rechazo de los rebeldes morales: el resentimiento ante los que hacen lo correcto [ENG]
Este artículo estudia por qué la conducta de los rebeldes morales provoca resentimiento en los individuos implicados en la situación mientras que es vista como heroica por individuos no implicados. (Resumen en los comentarios).
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En la matanza de My Lai de la Guerra de Vietnam admiramos al piloto de helicóptero Hugh Thompson Jr. que paró la matanza. También admiramos al policía Frank Serpico que se enfrentó a la corrupción que era endémica en la policía de Nueva York.
Sin embargo, Hugh Thompson Jr. fue rechazado por sus compañeros soldados durante años y recibió amenazas de muerte. Y Frank Serpico recibió un disparo en la cara en una operación antidroga en la que sus compañeros le abandonan a su suerte.
Los autores definen al rebelde moral como el que defiende sus principios y se niega a cumplir con órdenes o conductas que violan estos principios. Pero al hacer esto, condena implícitamente la conducta de los que sí obedecen o se comportan de forma inmoral y de ahí el rechazo.
No es necesario que el rebelde moral condene explícitamente a sus compañeros o les reproche nada. Su propio gesto ya define la conducta de los demás como inmoral y señala que todos los demás lo han hecho mal. Por eso, su conducta es una amenaza para los demás.
Los autores realizan cuatro experimentos que demuestran, según ellos, que los rebeldes morales generan rechazo y resentimiento en los individuos que no toman su misma decisión mientras que son admirados y considerados héroes por personas que no intervienen en la situación.
Es algo a preservar y potenciar.