La bajada de los costes de las energías renovables llevan años amenazando el modelo de negocio de las centrales térmicas de carbón y gas. Ahora un informe de Bloomberg ha puesto sobre la mesa una dura realidad que viene a aumentar la incertidumbre sobre las fuentes de producción fósiles que ya resultan más caras de mantener en activo que poner en marcha nuevas instalaciones solares o eólicas.