El ser vivo más antiguo de la Tierra está en Alcoy, concretamente en la Serra Mariola. Se trata de los triops, unos diminutos crustáceos caracterizados por la presencia de dos ojos internos y uno naupliar. Estos organismos cuentan un caparazón achatado que resguarda su cabeza, así como un cuerpo segmentado y múltiples patas articuladas. Se trata de un invertebrado emblemático en estanques temporales mediterráneos y se considera el animal vivo más antiguo de la tierra, ya que no ha sufrido cambios en su aspecto desde el Triásico.