edición general
  1. La lucha por el aire y el agua necesaria para vivir confirmó el miedo de aquellos analistas, ignorados cuando intentaron alertar a la población. El gobierno continuó con su ansia de impuestos atacando el estado de bienestar y privatizando cualquier negocio estatal que diese beneficios. La sanidad y la educación dieron paso al agua. Al principio creímos que todo seguiría igual, quizás más caro. Cuando se racionó el consumo por vivienda, la gente descubrió cómo una ducha diaria se había convertido en un lujo. Lo peor de todo es que ya era tarde.

    Algunas voces pedían la revolución, la guerra, pero la gente estaba demasiado sucia y ocupada en su propia miseria. El día que las máquinas de aire llegaron, una expresión indefensa y arrepentida pobló el rostro de la sociedad. Los más pobres murieron asfixiados en una atmósfera privada de oxígeno, donde los más ricos respiraban aires de bonanza y el resto, gastaba su sueldo en alimentar unos pulmones sin fuerzas para gritar.

    #relatos

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