edición general
  1. @thorin Genial. De Iriarte mi favorito es éste, que juro lo tengo recitado en reuniones de cierto nivel:


    Un oso, con que la vida
    se ganaba un piamontés,
    la no muy bien aprendida
    danza ensayaba en dos pies.

    Queriendo hacer de persona,
    dijo a una mona: «¿Qué tal?»
    Era perita la mona,
    y respondióle: «Muy mal».

    «Yo creo», replicó el oso,
    «que me haces poco favor.
    Pues ¿qué?, ¿mi aire no es garboso?
    ¿no hago el paso con primor?».

    Estaba el cerdo presente,
    y dijo: «¡Bravo! ¡Bien va!
    Bailarín más excelente
    no se ha visto, ni verá!».

    Echó el oso, al oír esto,
    sus cuentas allá entre sí,
    y con ademán modesto
    hubo de exclamar así:

    «Cuando me desaprobaba
    la mona, llegué a dudar;
    mas ya que el cerdo me alaba,
    muy mal debo de bailar».

    Guarde para su regalo
    esta sentencia el autor:
    si el sabio no aprueba, ¡malo!
    si el necio aplaude, ¡peor!

menéame