edición general
  1. Hace ya unas semanas vi un tuit que me hizo reflexionar: ante el boicot de los regres americanos a la Bud Light por meter homosexuales o algo así en sus anuncios, aparecía en un vídeo el boomer más boomer del mundo, con pinta de tener cinco rifles de usar a diario, bebiendo una Bud Light y diciendo con voz calmada, tumbado en el sofá y usando la pésima cámara de selfis del móvil, que todo eso le importaba una mierda: que a él le gustaba esa cerveza, que los otros no hacían daño a nadie y que iba a seguir comprando.

    Un comentario al vídeo decía que, sin desmerecer el trabajo de los activistas por derechos sociales, un poder silencioso y considerablemente fuerte eran personas como ese "average Joe", que no se va a ir a una manifa pro-trans pero al que también le importa un carajo, en el buen sentido, tu raza, género u orientación sexual.

    La indiferencia bien entendida es una poderosa arma contra la discriminación.
  1. @PasaPollo pues en ese caso sí, pero normalmente la indiferencia es una poderosa arma a favor de la discriminación...

menéame