Cada vez que paso una mala noche cuidando a alguno de mis hijos me da por reflexionar en las horas muertas. Precisamente ayer fue noche de fiebres, y entre cabezada y cabezada no pude evitar preguntarme por el sentido de la paternidad. Es decir, que sí, todos queremos a nuestros hijos con toda el "alma" pero, ¿qué sentido tiene todo este sinvivir cuando sabemos que la guerra está perdida de antemano? Quiera yo o no quiera, es un hecho que mis hijos, lo mismo que todos nosotros, vamos a morir tarde o temprano. Es como se suele decir, ley de vida. …