@ailian A mi mejor amiga le sacaron allá por los 90 un tumor encapsulado del tamaño de berenjena del lado derecho del cerebro, en los 2000 tenían que operarla de otro tumor en un zona muy jodida y su madre estaba muriendo de cáncer. Le dijo al médico que ella no tenía miedo a morir, pero que no se iba a perdonar nunca no haber estado en el entierro de su madre si no se recuperaba a tiempo.

La madre vivió 2 años más, así que la operación "muy urgente" se fue dilatando y desde el velatorio de su madre llamó al médico y le dijo "ya está, cuando quieras..." Se operó un viernes, y el miércoles cuando llamo al marido para ver cómo estaba me atiende ella y me dice "estoy en un acto en el colegio de Mi hija, te llamo después". Muchas veces hablamos del tema de la muerte, sobre todo después de mi ACV, y ella decía que lo que le molestaba era la sensación de no poder terminar todo lo que tenía planeado para su vejez.

Hace poco nos dijo que seguramente tengan que volver a operar en algunas semanas, la semana pasada estaba en la NASA haciendo excursiones con su hija.

Aunque las penas de amor son las comunes, pero no por eso las menos dolorosas, lo importante es vivir.

@ailian Cada pena es importante. Sólo porque otros estén peor no significa que lo tuyo tenga que ser ignorado o minimizado.

Sin embargo, tienes razón en que siempre es importante mantener una perspectiva. A veces uno se centra tanto en algo que parece que el resto de su vida girará en torno a eso para siempre, pero no es verdad.

Yo, cuando estoy mal, siempre pienso que mañana saldrá el sol otra vez.

Buenos días


@Tumbadito Gracias a donantes como tú mi hija está terminando su grado de Magisterio. Con 14 meses pasó por una púrpura trombopénica idiopática y necesitó una transfusión de plaquetas. Ingresó con menos de 10000. Muchos cuidados médicos y esa transfusión le permitieron volver a jugar y reír.

C.c @ailian

@ángel. @ailian Yo ya no puedo donar más por problemas de tensión, había dejado de hacerlo porque se me hicieron con el tiempo dos cayos en las venas que cada pinchazo era un dolor insoportable y decidí una vez mirar por mi, y dejar de sufrir.

Doné entre los 18 y 45 comencé con sangre y terminé los últimos 8 con plaquetas y muchas veces más de una vez por semana. Esto me obligó a resignar muchas cosas, tatuajes, porros, momentos familiares, pero lo hice feliz.

Lo cierto es que es una rutina que no tenemos incorporada la de ir a donar, yo me la hice, todos los sábados y sabían que si necesitaban me llamaban.

No es gracias a mi ni a los donantes, es gracias a la ciencia y todos tenemos la obligación de ayudarla, cuando no sepan que hacer pasen por un hospital, donar sangre te puede llevar 20' plaquetas un poco más... Pero es tiempo bien invertido.

No esperen que los vengan a buscar, si pueden vayan.