Mi amigo israelí y su lavado de cerebro

Cuento esta historia desde el móvil, así que seré breve y dejaré las florituras estilísticas para otro día.

Hace muchos años, estudiando en Granada, una amiga americana profesora de español que vivió conmigo el año anterior, me pasó el contacto de un chico que venía ese año, por si se podía quedar en mi casa algún día mientras buscaba piso, y podía ayudarle.

Llegó este americano risueño, agradable, muy simpático y abierto de mente. Su padre era rabino, su hermana estaba casada en Israel y su hermano era miembro del ejército israelí. Ya se puede suponer de que tipo de familia provenía, con el Sabbath sin electricidad en casa e historias similares. Él contaba que era la oveja negra de la familia, su novia católica, algo que llevaban mal sus padres, y él pasaba por completo de la religión y la historia. Para ser americano era muy abierto de mente, había vivido ya en México y tenía claro que el mundo era mas grande y diverso de lo que le habían contado. Estaba abierto a cualquier experiencia y veía el fanatismo religioso de su familia como algo muy negativo. Se quedó conmigo un mes, nos hicimos amigos, durante el curso si novia, que era un encanto vino de visita, vino a mi pueblo y probó toda experiencia posible, incluido ir un fin de semana a la matanza de un pueblo de la sierra de burgos, donde comió morcillas y chorizos a dos manos.

Al acabar el curso, ese verano, se fue a visitar a su familia a Israel. Volvió en septiembre y quedamos para tomar algo.

Era una persona diferente, me contó que tras estar con su familia había pasado unas semanas en un Kibutz, y que ahora entendía de verdad a su padre, sus raíces y su religión. Que había llamado a su novia y lo había dejado, al darse cuenta de que era una relación imposible y había cosas más importantes. Que ese año, que volvía a trabajar enseñando español a un instituto de USA, al final se volvía a Israel a vivir en un Kibutz. Nos despedimos y nunca supe más de él. Y ese cambio, pasó solo en un mes y medio que estuvo allí. Cuando oyes te han lavado el cerebro, se refieren a eso