La mayoría duerme menos horas de lo que les gustaría y un 15% consume habitualmente medicamentos para dormir, según una encuesta sobre calidad del sueño. Hay dos colectivos que destacan: trabajadores precarios y mujeres. En general el sueño tiene connotaciones positivas y se asocia con descanso, relajación, desconexión y placer. Pero para menos de un 4% supone emociones negativas. Un tercio reconoce roncar asiduamente, la dificultad para levantarse resulta un problema frecuente para la mayoría de los jóvenes. La siesta es practicada por un 25%
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