Hubo un tiempo no muy lejano en el que la violencia de género era casi un motivo de chanza para humoristas como Arévalo o los mismísimos Martes y Trece. Si en lugar de hacer en los 80, hubieran grabado hoy el famoso sketch “Mi marido me pega” no hubieran vuelto a pisar un plató de TV en su carrera (...) Pero la corrección política no se detiene en la violencia machista sino que se extiende como un puré espeso a las drogas, la inmigración, las sexualidades heterodoxas e incluso el ecologismo.
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