Hace poco más de 20 años el uruguayo Ernesto García Pérez comenzó su colección de relojes soviéticos, que supera hoy las 800 piezas, una de las más grandes de América Latina. Reúne disímiles historias asociadas al mundo de la cosmonáutica en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).