El gallego y sus múltiples formas de decir que está lloviendo

Dicen que la lluvia en Galicia es arte, o eso es lo que proclama Siniestro Total en la canción Miña terra galega. También dicen que siempre llueve pero os aseguro que no es para tanto, ahora mismo desde la ventana veo el sol. Y no, no somos Galifornia. Pongamos fin a ese terrible término, por favor.

Más allá de si la lluvia arte o no, queda claro que las precipitaciones son una parte importante de la vida de los gallegos: tenemos un montón de palabras para designar la lluvia según su intensidad, hay quien dicen que 61, otros señalan que incluso son más de 100. La filóloga Elvira Fidalgo ha investigado hecho su tesis sobre la formación de las palabras en gallego para designar la lluvia. Os hago un adelanto: únicamente se necesitaron cinco palabras de origen latín y griego para formarse la mayoría los términos y expresiones que hoy en día conocemos.

Os puedo asegurar que a día de hoy no las he usado todas, pero no está de más conocerlas y compartirlas por si a alguien le interesar. Si os pica la curiosidad sobre lo que significa exactamente cada una de las palabras que vais a leer a continuación, os recomiendo hacer uso del diccionario online de la Real Academia Galega.

Sin duda alguna, la lluvia fina es el tipo de lluvia que más palabras cuenta para designarla: Puede ser orballo, orballeira, orballada, chuvisco, chuviscada, chuviña, chuviñada pero también palabras derivadas del lexema bab- como babuña, babuxa, barballa, barbaña, barbañeiro, barbuña, barbuza, barrallo... Y de “pulvis” poalla, poalleira y poallada. Además de otras como zarzallo, patiñeira, mexadeira, mollaparvos, mexaparvos...

También diferenciamos cuando la lluvia viene acompañada de hielo o granizo con palabras como auganeve, calistro, cebrina, corisco, cebrisca, escarabana, nevada, nevarada, nevareira, nevarío, nevisca, nevarisca, pedrazo, salabreada, sarabiada o torba.

Para designar las situaciones en las que llueve mucho, usamos palabras que derivan de “bullar” como ballón, balloada, bátega o bategada. Usamos chuvasco, chaparrada o cebrina para lluvias intensas y de corta duración. En mi pueblo, Cangas do Morrazo, lo llamamos también cairo, una palabra que jamás he oído más allá de las fronteras de la península del Morrazo. Si hay algún gallego por aquí, que se pronuncie.

¿Y qué pasa cuando hay lluvia acompañada de rayos y truenos? Usamos las palabras derivadas de “turbo” como trebón, torbón, treboada, torboada. Si piensas que esto se había acabado, aún tenemos más.Aquí va la traca final: si la lluvia viene acompañada de vientos fuertes: brea, cifra, cebra, cebrina, ciobra, zarracina. Incluso para esa niebla que moja como mera, salseiro, borraxeira, cegoña o fuscallo.

Si conocéis alguna palabra más para designar la lluvia en gallego, podéis dejarla en los comentarios y estaré encantada de añadirla :)