El grupo informático Hewlett-Packard se ha desplomado más de un 25% en la última semana hasta mínimos de seis años. A la mala acogida de las previsiones de Dell hay que sumar las que presentó la propia HP, que después de anunciar que sus ingresos habían crecido menos de un 2% en el segundo trimestre, rebajó sus estimaciones para el tercero y para el conjunto del año. Tampoco sentó nada bien que la empresa comunicara que busca alternativas para su división de ordenadores personales, como la separación total de este negocio.
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