Primero vinieron a por...

"Primero vinieron a por los que daban likes a sus propias publicaciones,

guardé silencio,

ya que yo no lo hacía..."

Martin Niemöller (1947)

Mientras disfrutaba leyendo, acompañado de mi nuevo aire acondicionado, alguien tocó a mi puerta de forma violenta. Eran 2 tipos uniformados.

-¿Vive usted en el 5º?

-Sí.

Sin dejarme tiempo a reaccionar, me tiraron al suelo y me golpearon salvajemente hasta que perdí el sentido.

Desperté con el silbido de un tren. El olor a sudor, heces y orina era insoportable y estaba completamente encajonado. Un hilillo de luz cruzaba diagonal por una rendija y pude ver que éramos centenares de personas hacinadas en un vagón. Algunos lloraban. Escuché rezar a varios.

-Disculpen, ¿por qué estamos aquí?

Reinó el silencio. Al fin, un tipo, a lo lejos, se atrevió a contestar...

-Yo...yo doy like a mis propias publicaciones-y comenzó a sollozar desconsoladamente.

Progresivamente, las confesiones comenzaron a caer a borbotones, nerviosas, aterradas...

-Yo tengo 29 años y hago coreografías en TikTok.

-Toco en una banda tributo a Bunbury.

-Yo explico el significado de mis tatuajes en la 1ª cita.

-Soy madrileño.

-Hago malabares en un semáforo.

-Yo soy profesor de yoga argentino y poliamoroso.

-Soy streamer de ultraderecha, pero en el fondo soy un feo, perdido y virgen.

-¿Quieres ganar 10K con tus redes sociales?

-Soy community manager de Juguetelandia Elche.

-Yo soy Roma Gallardo.

-¿Alguien tiene toallitas veganas?

Tuve que cortarles, dominado por el asco:

-Estoy rodeado de monstruos...yo no tengo nada que ver con ustedes...

-¿Se cree mejor que nosotros? ¿Piensa que no merece este castigo?-escuché decir a una chica.

-¿Qué castigo? ¿Adonde nos llevan?

-¿No le recuerda esto a algo? ¿No ha oído hablar del Holocausto?

-Pero qué locuras dice, yo no soy judío, ni tan siquiera soy comunista. ¡Si voto al PSOE! ¡Y estamos en 2023!

-Pues yo voté a Rosa Díez. Seré un miserable pero al menos sé qué hago aquí-escuché decir a un anciano.

-Algo debió hacer usted mal. Trate de recordar...-me dijo más amable, una anciana.

Y de pronto caí.

-Dios mío, el aire acondicionado...

-¿Qué?

-Le dije al instalador que pusiese la salida del agua apuntando a la calle.

-¿Y no hizo desembocar el tubito a una botella?

-Pero si es solo agua, ¿a quién le va a molestar?

-¡Hijo de puta!

-¡Salvaje!¡PSICÓPATA!

-¡A por él!

-¡MATADLO!

Oscuridad.