Fue el sueño de Stalin, aunque el plan fue abandonado a su muerte. Subirse a un tren en Londres, o en cualquier ciudad europea, cruzar Rusia y llegar a Japón. El plan consiste en extender el ferrocarril Transiberiano existente, con un puente a la isla de Sakhalin. La nueva ruta del tren continuará hacia el sur 380 kilómetros a través de la isla rusa, antes de llegar a la costa. Un túnel de 25 kilómetros se construirá bajo el Estrecho de Soya, para llegar a territorio japonés. El trayecto durará 2 semanas.
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