#9 Yo. Es un gran avance consecuencia de una guerra comercial.
Al final Einstein se equivoco. La tercera guerra mundial no será atómica, es comercial y USA va perdiendo. Así que tenemos que hacer como los italianos en las 2 guerras mundiales: cambiar de bando a mitad del conflicto.
#11 ¿Cuánta gente ha muerto por la caída de un resto espacial? ¿Cuánta gente se ha visto beneficiada por disponer de GPS e internet en medicina (por poner solo un campo científico) gracias al uso de satélites?
#29 sí, mayormente sí. Pero también fue culpa de todos los superiores que permitieron que eso ocurriera. Pero esos se irán de rositas, claro. La seguridad de esos datos no puede depender de la buena voluntad de una sola persona, es una estupidez.
#11 me meo de risa, en España con el ejército que tenemos y con la gente joven que ya nacieron cansados si nos declarase la guerra Andorra, que no tiene ejército, nos rendiríamos sin pensarlo 2 veces.
#6 Un ejemplo más de empresa que cree que los Junior trabajan igual que los senior pero más barato. Reducen costes, ganan más dinero y al poco la empresa empieza a irse a la mierda. Y luego no saben el porqué...
#29 Reconozco que mi reticencia a los cambios del idioma son, en principio, simplemente sentimientos. Los sentimientos no son razones lógicas, pero sí pueden ser razones. Por ejemplo, los colores de la ropa que me pongo los elijo por gusto, el gusto es una buena razón en este caso, aunque no sea lógica. También podría querer ir muy deprisa en el coche porque me guste la emoción, pero las razones lógicas para no hacerlo son mejores que las razones emocionales.
En el caso de cambiar el idioma tiene poca relevancia la lógica. Tu gusto personal es que el idioma sea más regular, el mío que no cambie. Y cualquiera de las opciones tiene poca trascendencia real.
#1 Entre que efectivamente el texto parte de la premisa errónea de que “ahora” es absoluto (“el bebé es ahora un anciano“), la nauseabunda traducción automática, y la mención a la chorrada cinematográfica relacionada no vaya a ser que la audiencia se aburra con algo que se tarda cinco minutos en leer, lo cierto es que se saca poco de él.
Ser divulgador es un cometido extraordinariamente difícil.