Poco se ha avanzado en la resolución del problema del almacenamiento de los residuos radiactivos de alto nivel.
Para los desechos de débil y mediano nivel hay ya en algunos lugares almacenes pensados para ser definitivos. Es, por ejemplo, el caso de las minas alemanas de Asse II, cerca de Wolfenbüttel, y Morsleben, en el este de Alemania, en las cuales se debía guardarlos de modo seguro hasta que su radiactividad se agotase.