"Agente, nos han robado hasta los calcetines"

Las pozas de aguas termales de Santa fe no están declaradas como bien de interés cultural, ni se trata de un lugar especialmente habilitado como zona de recreo. No es un spa, no tiene vestuarios y ni siquiera hay carteles que indiquen el camino para llegar. Pero aún así, se trata de un lugar conocido por sus aguas termales, que manan a más de cuarenta grados. El caso es que un grupo de ladrones aprovecha el éxito de las pozas para llevarse hasta la ropa de los bañistas mientras disfrutan del agua. Ese es el caso de María y un grupo de amigos.