Miguel Moliné aborda con rigor este espinoso tema, otro tanto sus comentaristas, demostrando que la blogosfera también puede utilizarse para dialogar, aprender, debatir,... en profundidad, seriamente. Se argumenta debidamente, aportando documentación. El insulto y la descalificación brillan por su ausencia (y de aparecer, son moderados de modo "ejecutivo). Recurre al gran pensador Habermas: "«la legitimidad de la secesión no se puede decidir sin plantear previamente la legitimidad del statu quo; legitimidad de que en principio disfruta todo sistema democrático basado en cargos públicos electos, elecciones libres y frecuentes, libertad de expresión, pluralidad de medios de información, autonomía de los grupos y asociaciones y una ciudadanía INCLUSIVA.»"
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