N.H.S., de 35 años, tenía en su estómago 150 bellotas de hachís que había ingerido en Ceuta para trasladarlas en su cuerpo a Cádiz. Sin embargo, la vigilancia policial a la que era sometido desde hace semanas, ha permitido su detención. Un juez ha enviado a prisión a este hombre por un delito contra la salud pública. N.H.S. también atentó contra su salud, ha establecido "un nuevo récord" de bellotas ingeridas, según el Cuerpo Nacional de Policía.
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