California podría convertirse en el primer estado en penalizar con hasta doce meses de cárcel a los adultos que peguen a niños menores de cuatro años, una medida que ya ha desatado un debate sobre la cuestión. California ya prohibió los castigos corporales en los centros escolares en 1987, pero esta nueva iniciativa, que si prospera podría extenderse a otros estados, busca que la prohibición llegue a los hogares.
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