Los eurofuncionarios se niegan a moderar sus aumentos salariales, mientras los empleados públicos de varios Estados de la UE han visto congelados o recortados sus sueldos por la crisis. No es lo mismo predicar que dar trigo. La Comisión Europea no cesa de pregonar entre los Gobiernos de la UE que es necesario que aprieten el cinturón de sus presupuestos estatales. Pero se opone con rotundidad a que los funcionarios de las instituciones comunitarias moderen sus aumentos salariales y defienden un incremento del 3,7% para este año.
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