Karl Szmolinsky es un jubilado alemán que lleva años criando conejos de tamaño gigante desde hace décadas. Ahora el embajador de Corea del Norte le ha planteado la posibilidad de importarlo a su país para intentar mitigar el hambre que sufren 23 millones de sus compatriotas. Cada conejo pesa unos siete kilos y podría servir de alimento a 8 personas. Karl ha ofrecido sus animales a 80 euros la pieza, en vez de su precio normal de 200-250 euros. En inglés.
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