La operación, denominada 'Violinista', se inició a raíz de las informaciones recibidas y del análisis de la documentación intervenida a otros grupos delictivos desmantelados en la Costa del Sol. En concreto, esta red contactaba con personas "del mundo de la noche" para ofrecerles vehículos de alta gama, gracias al apoyo de porteros de discoteca y responsables de locales de copas. Cuando los compradores les realizaban un encargo, los delincuentes procedían a su robo atendiendo a la marca y al modelo solicitado.
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