Durante años, Rusia se ha enfrentado a sanciones internacionales que han limitado su capacidad para construir o adquirir capacidades militares de última generación. Ahora, el Presidente Vladimir Putin y los líderes militares del país están probando una nueva táctica para adquirir y desarrollar las armas que necesitan: Están pidiendo ayuda a las pequeñas empresas rusas. "El complejo de defensa del país tiene un enorme potencial, que le permite resolver problemas de muy distinta escala. Pero es realmente difícil con esta situación del mercado".
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