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De feminismos y antisexismos

Una cosa en principio tan sencilla como ser no-sexista, se ha convertido en algo muy complicado, políticamente incorrecto. 

A mí me enseñaron a no mirar si la persona que tengo delante tiene ovarios o testículos. A actuar de la misma manera independientemente de esto último. Ahora si actúas así, eres antifeminista y por ende, misógino.

Los que pensamos que todas las personas, independientemente de su sexo, edad, religión o lugar de procedencia, deben tener los mismos derechos y oportunidades y ser tratados igual tanto si se es un hombre blanco heterosexual o una mujer de color transexual, somos malas personas que odiamos a las mujeres, a las personas de color y a los transexuales. Es decir, si no estás a favor de la discriminación positiva, entonces indefectiblemente eres partidario de la discriminación negativa. No hay grises, no hay alternativas.

Nuestra sociedad ha pasado de golpe del ideal de una justicia ciega e imparcial al de una justicia que mira el carnet.

Cuando, hasta hace unos años, se suponía que el feminismo era justo eso: Antisexismo, que los genitales que se tengan no influyan en absoluto en nada. La igualdad de derechos y oportunidades. Me sorprende (en realidad, ya no) ver en las manifestaciones feministas a gente que considera que a las mujeres hay que facilitarles especialmente las cosas, como si ser mujer fuera una discapacidad, o una señal de debilidad. Gente que piensa que las mujeres no tienen capacidad para mentir, cuando la realidad es que tienen la misma que los hombres.

Y es por eso que mucha gente (no solo hombres) reaccionamos de manera tan visceral. Porque estamos en un cambio de paradigma. Cambio que muchos consideramos erróneo.. Gente que no necesariamente tiene que ser misógina. Gente que observa cómo nos estamos convirtiendo no en una sociedad de hombres y mujeres, sino en una sociedad de gilipollas, como diría Mark Renton en Trainspotting. Una sociedad en la que solo se acepta un mensaje, sn matices, y estar en contra de éste significa estar en contra de la sociedad.

Describir el mundo como es no es lo mismo que exponer cómo nos gustaría que fuera.