El Gobierno ha encargado cuatro aviones-espía no tripulados ‘Searcher MK II-J’, de fabricación israelí, para utilizarlos en operaciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento para las tropas desplegadas en Afganistán. El Ministerio de Defensa pretende reforzar con estos aparatos la seguridad del contingente militar que opera en ese país asiático y prevenir ataques terroristas.
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