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Los gritos también dejan cicatrices

No hace falta pegar a un menor para que las 'señales' perduren toda la vida. Basta con gritarle. Estas consecuencias negativas incluyen problemas de salud mental, concretamente depresión y abuso de alcohol y sustancias. Además, los sometidos a este tipo de agresiones están más descontentos con sus vidas y sufren, incluso, más desempleo".

| etiquetas: gritos , cicatrices , salud mental , depresión

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