Las monjas dominicas del convento de clausura de Santa Catalina, en Paterna, se han convertido en promotoras urbanísticas para salvar su monasterio y no tener que hacer frente a un segundo traslado de las instalaciones. Las religiosas han pujado por convertirse en agente urbanizador frente a dos empresas promotoras que también optaban al PAI.
|
etiquetas: construccion , vivienda , pisos