Parecería prudente –desde la lógica del catolicismo- que los jerarcas de la Iglesia se preguntaran por las razones de la crisis que atraviesa la institución. Cuando Manuel Azaña, el 14 de octubre de 1931, afirmó en el Congreso de los Diputados, que “España ha dejado de ser católica” –lúcida frase, descontextualizada de forma vil por la caverna-, no imaginaba probablemente que su aseveración acabaría siendo una profecía.
|
etiquetas: iglesia , partido popular