Un curioso proyecto alemán propone una biblioteca en la que se prestan personas en lugar de libros. Son personas que tienen algo importante que contar, pero a las que casi nunca se escucha. En las estanterías de esta curiosa biblioteca se encuentran representados muchos colectivos tradicionalmente discriminados o minoritarios: inmigrantes, mujeres con profesiones "típicamente" masculinas, etc. ¿Por qué le dedicamos cada vez más tiempo a las novelas históricas y menos a nuestros vecinos?
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