Lleva mas de 25.000 kilómetros sobre las patas de sus caballos tras salir desde su Argentina natal. Llegó a Nueva York, y desde allí tomó un avión a Barcelona. Tras pasar hoy la frontera de Andorra, seguirá su periplo por Europa y el resto del mundo durante al menos, tres años más. Va enarbolado en una bandera argentina mientras proclama un mensaje por la paz... paz la que debe desear el pobre caballo, pero esa es otra historia que quizás entre en el libro que Eduardo Díscoli, el protagonista de esta historia, escribirá tras acabar su aventura
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