La ley afecta a los medios de comunicación al restringir la publicidad de bebidas. Sin afirmar que esto sea bueno o malo, hay que recordar que hasta ahora han sido los medios las cajas de resonancia de estas críticas, y tantos gritos mediáticos tienen como razón de ser los millones de euros que se perderán producto de la publicidad de bebidas alcohólicas. Si queremos reducir el consumo de alcohol entre los más jóvenes ¿no es hora ya de que los mayores empecemos a dar ejemplo? Algo tiene que costar...
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