Según la asociación Prodemi, la niña, de cinco años, sufrió la primera crisis cuando su familia de acogida le dijo que "por poco tiempo y de vacaciones" debía irse de la casa en la que vive desde hace más de dos años. Al parecer, esta mañana la niña volvió a sufrir otra crisis epiléptica, por la que ha tenido que ser hospitalizada. Y es que el juez ha ordenado que Piedad debe volver con su madre biológica... un caso que no puede dejar indiferente a nadie
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