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Los niños que comen en el colegio se duplican por el trabajo de los padres.

La inflación, el consumo, y la especulación urbanística están cambiando los hábitos tradicionales de vida. Y no es que esto sea mejor ni peor, sino sencillamente diferente. Hace 35 años, en las minas de Huelva se trabajaba 12 horas más 1 de ida y otra de vuelta todo el año. Y los mineros no veían crecer a los niños. Ahora, por las tardes, los padres estamos cansados y queremos ver el fútbol y ellos se entretienen con una de las tres consolas que tienen, con internet, o con las actividades extraescolares que nosotros nos inventábamos.

| etiquetas: niños , comedores , hábitos de vida

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