El jamón ibérico no termina de convencer a los norteamericanos (ellos se lo pierden), pero han descubierto otro invento español que les apasiona: las prejubilaciones. La fórmula de la que han abusado hasta decir basta las grandes empresas de nuestro país y que ha dejado un ejército de desocupados con 50 años o pocos más, será aplicada por uno de los emblemas de la industria estadounidense: Ford.
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