Tras nueve años cerrado a canto y lodo, en apenas unos días será posible en Madrid visitar un palacete lleno de encanto y sentarse después de recorrerlo en un sofá reluciente situado frente a una chimenea francesa. Y en un salón de paredes enteladas con tersos rasos, paladear suavemente un té para contemplar, mientras tanto, un magnolio centenario en el jardín recoleto de un céntrico, veterano y...
|
etiquetas: romanticismo , museo