Un grupo de unos 50 alumnos aproximadamente se reunía en el centro apoyado por algunos padres y profesores. La policía pidió la documentación a los concentrados ante el estupor de algunos vecinos que se mostraban sorprendidos por que se vigile la presencia de un grupo de estudiantes. La policía amenazó a los estudiantes con 3.000 euros de multa si acampaban fuera del instituto.
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