Como lo leen. Las presuntas irregularidades han sido corroboradas por cuatro inmigrantes que venden discos piratas y que aseguran haber sido víctimas de la supuesta extorsión desde 2003. Entre los delitos imputados a los cuatro policías locales, que han declarado asistidos con abogados y han negado de forma tajante los hechos, se encuentran los de cohecho, prevaricación, contra la propiedad intelectual y coacciones. Supuestamente habrían revendido entre 6.000 y 8.000 CDs de los que no había, por supuesto, informe de incautación.
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