Barceló ha apuntado además que el envejecimiento de la población, puede llevar a un aumento de la presencia de restos químicos en el agua de los ríos, ya que las personas mayores consumen más fármacos que la media de la población. En este sentido, ha recordado que España es el séptimo u octavo país con mayor consumo de estos productos, un hábito favorecido por las subvenciones de la sanidad pública.
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